Capitulo 1.

Por más larga que sea la tormenta, el sol siempre aparece entre las nubes.

William tenía razón, William Murphy había muerto y se había quedado allí, en aquel panteón de la ciudad de Los Angeles, había dejado la carta enterrada allí también, decidí hacerle caso, decir que él estaba muerto, pero de otra forma, ya no volvería y así se quedaría como un fantasma en mi cabeza.

No necesitaba saber que estaba vivo y que me amaba, porque, era más fácil pensar así, que él había muerto y matar toda esperanza con ello, porque la esperanza nunca muere y al no morir... mata.

Yo no estaba dispuesta a dejar que su partida me dejara hecha pedazos, así que hice lo que mejor se... Levantarme, sacudirme y mirar adelante, tenía que seguir la escuela, ahorrar, mudarme a San Francisco y entrar en Stranford, para graduarme en Artes visuales como fotografa, encontrar un bien trabajo y seguir con la vida.

Ese era mi plan y es bueno decir que lo estoy siguiendo al pie de la letra, me gradué de St. Bernard hace tres años y ahora voy a Stranford, tengo un bonito departamento en San Francisco que comparto con mi mejor amigo...

Dean.

Nos conocimos el primer día de universidad y me cambio la vida, la hizo mejor, me hizo mejor.

Vamos a las mismas clases, comemos lo mismo, nos gusta lo mismo, casi somos los mismos, a no ser de que el es una enorme masa muscular de un metro noventa, con unos increibles ojos verdosos enmarcados por unas gafas que de bajo tenían unas encantadoras pecas, y yo a su lado parecía algo así como un trapeador.

Bueno no tanto, pero si me sacaba sus buenos centimetros.

Era como un hermano para mi, bueno no, no voy a decir que es como un hermano, porque... Las cosas empiezan a cambiar entre nosotros.

Aunque me esfuerce en no pensarlo, yo sabía que William no volvería, y yo... No podría seguir soltera el resto de mi vida, y que mejor que con mi mejor amigo, el chico que me hacía reír, que se preocupaba por mi, que me hacía estar simplemente bien.

Este día, era de esos días en los que te pones a pensar acerca de lo que quieres hacer con tu vida, de que pasara contigo y cosas por el estilo, eso me estaba pasando muy seguido.

Era nuestro día libre de la universidad y tareas, en realidad eran vacaciones de invierno y Dean y yo nos habíamos pasado unos días encerrados en el departamento dejando todo en orden, iríamos a Los Angeles para ver a mi padre y a mis amigos, quería que lo conocieran.

Estaba sentada en un diván junto a la ventana, llovía y hacía frió, así que estaba con un café cargado, mirando para la ciudad.

-Voltea- dijo Dean- No, mejor no, quedate así.

Escuche el disparo de la cámara y después me volví a él con una sonrisa en los labios.

-Tienes muchas fotos como esas- le dije- Esta haciendo mucho frío.

-Por eso te has comprado tres pares diferentes de botas Uggs- se acerco a mi y se sentó a mi lado, le ofrecí el café y él tomo un trago.

-Son necesarias, además ¿No crees que son lindas?-

Él tenía razón, había comprado tres pares nuevos de tres colores diferentes de botas Uggs, cosa que él detestaba, y cosa que me hacía reír.

-En ti- dijo pasandome una brazo por mis hombros- Se ven tiernas.

Me reí.

-Hablas de algo tierno, cuando tienes pecas- me burle.

Él odiaba sus pecas.

-¿Estas lista para irnos?- pregunto después de tomarse todo mi café de un trago.

-Si, vamonos- Me levante y tomé mi pequeña maleta que me esperaba en la puerta.

San Francisco era frío y húmedo en esta epoca del año, la niebla se ceñía a la ciudad y hacía que el imponente puente casi desapareciera, cubrí mi rostro con una bufanda y seguí a Dean hasta el auto.

-Este invierno hace más frío que el pasado- se quejo al entrar, encendió la calefacción y puso el motor en marcha, después me dedico una larga sonrisa- ¿Emocionada?- pregunto.

-Supongo que si, nomas es mi familia, no es la Reina Isabel-

Salió del estacionamiento y empezó a cruzar la ciudad, cosa que era casi como estar subido a una montaña rusa.

Algo le pasaba a Dean, podía sentirlo, era fácil saber cuando él estaba completamente feliz o cuando algo le molestaba, esta vez estaba como un niño que sabe irá a Disneylandia.

-¿Sabes algo que yo no?- le pregunte.

Sacudió la cabeza.

-No-

-¿porque será que no te creo?- lo interrogue con los ojos por el espejo retrovisor, él me devolvió la mirada y...

Todo sucedió rápido, no tuvimos tiempo de reaccionar ante la camioneta que nos envisto de mi lado, solo escuche el ensordecedor crujido del metal al chocar y los cristales quebrandoce a mi alrededor, cubrí mi rostro con mis brazos, y la explosión de la bolsa de aire me hizo caer para atrás..

-Dean- recuerdo haber gritado.... de allí no hay más.

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-Joven de 21 años, su auto fue chocado por una Lobo, presenta traumatismo, además de cortaduras a causa de los vidrios y tiene dislocado el hombro....- A que curioso, ¿Era de mi de quien estaba hablando?, todo era muy confuso, pero a pesar de todo, yo no sentía nada.

Me movía, algo mucho más curioso.

-Vamos, vamos, ¿Tiene que entrar a cirugía?- pregunto alguien.

-No lo creo, denle más morfina y curen las heridas, revisaré al chico que viene con ella- dijo la voz que vagamente reconocí... ¡Ah que curioso!, además, él chico con el que venía era... Dean... Oh mi Dios, ¿Que había pasado?.

-Señorita- dijo una voz femenina- ¿Me puede escuchar?- pregunto.

Asentí, ya estaba volviendo a mi completamente, hasta que pude ubicar donde me encontraba, en un hospital.

Me abrieron un parpado y checaron mi reacción.... después ya pude mirar bien... Bueno, estaba viva, eso ya era algo.. ¿Pero y Dean?.

-No le dolerá- me aseguro la enfermera al enseñarme una enorme jeringa, yo me altere, ¿Como puede enseñarme eso y pensar que no "me va a doler"?.

Gracias a la morfina y a la anestesia general no sentí cuando empezaron a sacarme los pequeños pedazos de cristal de los brazos.

-¿Disculpe?- pregunte, la mujer elevo sus ojos a mi- ¿Que paso con Dean?.

-¿Su acompañante?- pregunto, espero a que asintiera, después volvió a su tarea- Él estará bien, solo le hacen unas pruebas, la peor parte se la llevo usted.

Suspiré aliviada, él estaba bien.

Cerré los ojos y trate de relajarme hasta que escuche pasos, abrí los ojos y allí estaba Dean con una venda en la cabeza, se acerco y me acaricio la frente.

-¿Estas bien?- pregunto cariñosamente.

Asentí y le dedique una sonrisa leve.

-Muy bien- respondí.

La enfermera casi soltó una carcajada.

-Esto si le dolerá mañana, recuerde que tiene anestesia y morfina-

Dean la miró a ella preocupado y yo la fulmine con la mirada.

-Estoy bien- volví a insistir- ¿Y tu?-

Tomó una silla y se sentó a mi lado, sujetandome la mano mientras que la enfermera terminaba su trabajo vendando mi brazo.

-Las radiografías saldrán en unos momentos, así sabremos que tan serio es su problema, descanse- dijo la enfermera y salió, corriendo las cortinas para que los demás pacientes tubieramos privacidad.

Me recoste en la cama y cerré los ojos, sentí el apretón de mi amigo en la mano y después de unos segundos seguía con su mirada puesta en mi.

-Dean, estoy bien- le recordé aun sin abrir los ojos.

-No lo creo, Agueda, yo lo siento- dijo él..

-No te preocupes, hoy nos toco a nosotros, el viaje no se podrá hacer- dije yo- Hay que llamar a mi padre.

-Lamento que tengas que pasar así el resto de las vacaciones-

-Podremos hacer algo en el departamento- seguí, cualquier cosa para que dejara de preocuparse- Puedes hacerme un te caliente y el desayuno- sonreí para mis adentros.

-Sabes que lo haré- ahora si, abrí los ojos al sentir su aliento cerca de mi cara, allí estaba casi rosando sus labios contra mi mejilla, sentí que esta se coloreaba de rojo, la besó suavemente- Lo lamento.

-E-esta bi-bien- tartamudie.

Se aparto cuando escuchamos pasos acercandose, pero él no soltó mi mano y se la llevo a los labios... poniendome más nerviosa y haciendo que el maldito aparato del corazón (que no necesitaba) me delatara, Dean sonrió y espero a que el doctor llegara podía escuharlo por el pasillo y su voz me seguía siendo familiar.

-No es tan grave como pensamos al principio- decía- Es una contusión y esto hace que el lado izquierdo de su cerebro y oído se inflame, seguro tendrá migraña y mal equilibrio por un tiempo...- Abrió la cortina y pude ver al fin de quien se trataba, cosa que me hizo sufrir un pequeño infarto.

Me hizo recordar la maldita ultima frase de la maldita ultima carta... Era como si la hubiera leído ayer.

"Pero si el destino lo quiere, algún día nos volveremos a ver"

Era como si mi mente pronto hubiera relacionado esas ultimas palabras con aquel rostro, que hubiera reconocido aunque en mis recuerdos ya fuera borroso y casi invisible, aunque el paso de los años lo haya hecho madurar y parecer alguien diferente, igual lo hubiera reconocido...

¿Porque de todos los malditos doctores de este país y del mundo? ¿Porque de todas las ciudades de este estado, de este país, continente, lado del mundo, tenía que ser esta? ¿Y porque de todos los hospitales de esta ciudad? ¿Porque a mi?...

Mi ritmo cardiaco fue normalizandose, y allí seguía yo, con la vista clavada en ese desconocido tan conocido para mi.... 

-¿Doctor Cody?- pregunto la enfermera, me sentía como en una escena de esas salidas de "Grey", así que ahora era ¿Cody?, hice una mueca, no me gustaba ese nombre- 

-Si, si- salió de su trance- Tendremos que aplicar una inyección para poder desinflamar el oído y... ¿Puede levantarse por favor?- ¿Porque me hablaba así?, como si no me conociera... Oh, si, no debía olvidarme de eso, él era "Doctor Cody", clavo sus ojos en mi y yo obedecí a lo que me dijo, Dean me recordó que estaba a mi lado sujetandome del brazo y ayudandome a pararme, los ojos de "Cody" volaron a mi amigo, después volvieron a mi que ya estaba de pie- Abra sus brazos y...- Trate de hacerlo pero la morfina ya estaba pasandose e hice una mueca de dolor- Me olvidaba del hombro, bueno, señorita Montes- Tragué saliva al escuchar mi apellido de sus labios- Solo junte sus pies y sus brazos a los costados, cierre los ojos- lo hice y de pronto sentí que casi caía al suelo, a no ser de que alguien me sujeto por el brazo con cuidado.

Era Dean.

-Como pensé, necesita la inyección, así mejorara el equilibrio en unos días- apunto eso en la carpeta que traía, yo lo interrogaba con la mirada... Allí estaba, después de tantos años... allí estaba...

Escuche que Dean soltaba una carcajada.

-Necesitara más que una inyección para mejorar su equilibrio, siempre a sido así- el "Doctor" le dedico una mirada de casi enojo como diciendo "No hables de siempre" y pude casi leer en sus labios un "Ya lo se"- Tendrá que quedarse aquí hasta mañana, veremos de nuevo que pasa con el hombro y vendré mas tarde a cerciorarme de que todo este bien- Cerro la carpeta y me miró otra vez....¿Como podría pretender no conocerme?.

-¿No puedo llevarla al departamento...- Dean desistió de su intento después de la mirada que le dedico el "Doctor Cody".

Volví a la cama, él se acerco y tomo mi mano, el corazón se disparo, sus ojos se clavaron en mi... y desconecto el aparato... después, el chico, bueno, el hombre que ahora era William Murphy se fue seguido por una enfermera.

-Su novio puede quedarse  esta noche- dijo deteniendose, justo antes de pasar las cortinas, pero sin volverse- Pediré que los pasen a una habitación más cómoda.

Ni Dean ni yo dijimos nada.

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Como verán le cambie el look al blog, algo más tipo vintage, adoro el vintage en realidad y... Como ven, pondré después a los nuevos personajes :D, espero que les guste, ¿Que les parece? ¿Les gusto como empezó la historia?


Espero que les guste :D