Welcome to the Hell!

Eres, lo que mas quiero en este mundo..Eso eres..

Mi pensamiento más profundo también eres..

Tan solo dime lo que hago....Aquí me tienes..

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Las maletas ya estaban en el Toyota Corolla de mamá, miré mi casa, mi cuarto estaba vacío de algunas cosas importantes para mi, como mi extensa colección re anuncios comerciales en las revistas como Vouge y Glamour, mis libros y la mitad de mi closet.

Ya había llegado el momento, pasaríamos por William en menos de 10 minutos, él había resuelto irse conmigo y mamá no vio objeción, al fin, él se quedaría en un hotel, (a lo que se sabía) y yo me instalaría en mi nueva casa..

Aun era de noche, las 2 de la madrugada, el vuelo salía a las 7 am, era dos horas de camino al aeropuerto y 3 horas de espera..

Me despedí de Nana en un fuerte abrazo, la volvería a ver, pero en mucho tiempo...

Después miré el cielo tratando de encontrar la luna, pero solo se podían apreciar las hermosas estrellas.

Subí al auto y mamá arranco, miré mi casa por ultima vez.

Bajamos por las calles vacías hasta llegar enfrente de la casa de William, donde ya nos esperaba con dos maletas también, pero sujetaba con ternura a una chica entre sus brazos.

Pude apreciar lo que decían porque decidí bajarme a despedirme de Jane.

-Nos vamos a volver a ver- le advirtió ella- A pesar de todo eres mi mejor amigo William, no lo olvides.

-Claro que no- la besó en la mejilla- Eres mi mejor amiga.

Ella le sonrió con los ojos iluminados, me pregunto que haría ella después de nuestra partida.

-Jane- le llamé, ella se aparto de Will y me miró resentida, al fin y al cabo me llevaba conmigo al chico que quería- Nos vemos-

La abracé, ella también me correspondió pero me susurró al oido.

-Estaré pendiente- me advirtió y me soltó..

¿Que amable? Si gracias por tus buenos deseos Jane, pensé con sarcasmo.

Will acomodó sus maletas y después subió al auto, se despidió con la mano y no dejo de mirarla hasta que desaparecimos..

Mamá iba callada, en realidad le había gustado la idea de que "Diego" fuera a Los Angeles conmigo, la historia era que su padre vivía en Colorado y que lo había dejado pasar las vacaciones en la ciudad.

Me acomodé en su pecho estirando las piernas en el asiento de atrás, y cerré los ojos, esperaba poder dormir algo, él me envolvió con sus brazos y me acurruco tiernamente...

..   ...   ..

-Adiós mamá- la abracé con lágrimas en los ojos.

-Cuidate mucho, sabes que si quieres volver solo necesitas decirlo- daba la impresión que queria llorar, pero ella era una mujer fuerte y orgullosa..

-Diego, espero que nos volvamos a ver- se despidió de él, yo metí el boleto de avión y mi pasaporte en mi bolsa y tomé mis dos maletas..

William me siguió, no quería mirar a atrás eso lo haría más difícil..

..  ...   ...

El avión empezó a tomar velocidad, hasta que sentí una jalón que me revolvió las tripas y despegó, busque la mano de William mientras miraba como, en los primeros rayos del amanecer, cortaba las corrientes de aire y las nueves para posicionarse a la altura...

Miraba solo el cielo aclararce más con mis audifonos puestos, escuchado Hearing Voices, A little bit Stronger...

Un poco más fuerte...

¿Eso era yo? ¿Un poco más fuerte?..

La vida de hace fuerte, tu decides ser fuerte..

En mis pensamientos me quede dormida, profundamente dormida...

..

Welcome to Los Angeles...Play attention please....


Las palabras y un movimiento me desperto un poco alterada, el decenso ya había comenzado, enderece mi asiento y abroche mi asiento, suspiré profundamente mientrás miraba a William que se había dormido.

Era tan frágil cuando estaba dormido, tenía cierta infancia en su rostro, algo que no había visto...

No me resistí y lo besé en la mejilla, las comisuras de sus labios se elevaron, y un ronquido recorrió su garganta y abrió los ojos..

Le sonreí abiertamente.

Sus ojos brillaban con una inocencia...Era una maravilla mirarlo despertar.

-Hemos llegado- le sonreí- Welcome to The Hell..

Me acarició la mejilla..

-The Hevean, El cielo si estoy aquí contigo- de pronto el avión dio un giro brusco, miré por la ventanilla, la costa era ya visible y el descenso me permitía ver ya los edificios y autos que circulaban..

Y después el ruido del avión cortando el aire las llantas pocisionandose para poder ejercer su función y después el avión se sacudió al tocar el asfalto, salté en mi asiento y me lleve la mano al corazón..

EL vuelo no había sido el más calmado, sino que parecía uno de papel lanzado en medio de un salón de clases..

Las instrucciones fueron dadas y la luz desactivada..

Desabroché mi asiento y solo tomé mi bolsa, pues no viajabamos con equipaje de mano.

Los mismos procesos aburridos y duraderos, chequeo de pasaporte y demás, lo más tardado siempre...Recoger las maletas.

Las mía era cafeses con lunares color rosa fiusha, solo dos, y la de el tan sobrias cono él mismo, negras.

Aparecieron después de 20 minutos y sin ayuda de una carro para trasportarlas nos dirigimos a aduanas, y después a la puerta de salida...

No sabía si lo que sentía eran nervios, en realidad no veía a mi padre desde hace un año, y me hubiera gustado tener mi mano con la de William para poder sentir su apoyo..

Allí estaban, como esperaba verlos, la mujer alta y de sonrisa "cálida", de unos impresionantes ojos azules, mi padre que la sostenía por la cintura, un hombre de edad media con unas cuantas arrugas y a su lado, una chica de facciones delicadas, la viva imagen de la feminidad..

Me saludaron con mucho gusto..

-¿Son ellos?- pregunto William.

-Si- deje escapar entre dientes, llegamos enfrente de ellos.

-Hija, cuanto has crecido- murmuro mi padre estrechandome en sus brazos, yo no le devolví el abrazo con tanta efusión como la de él- Feliz cumpleaños, princesa..

"Princesa" odiaba ese adjetivo y más en mi misma.

Me tendí una caja de color negro con un moño de listón color morado.

-Gracias- le dije- Papá el es, W...-me tragué su nombre..-Diego, Diego Garza...Es mi novio..

Él ya estaba enterado de que venía, así que le estrecho la mano con gusto.

-Un placer- se dijeron los dos al mismo tiempo.

-Hola Jennifer- salude a mi "madrastra" secamente.

Ella valiente me abrazo, su pelo largo me hizo cosquillas en la mejilla.

-Bienvenida- me sonrió.

Y al final, la única "princesa" aquí, la chica de pelo rubio y ondulado y ojos cafeses, la reina de las reinas frías..

Britanny..

-Hola Bry- le saludé ahora si tomando la mano de William, ella levanto la vista desinteresada, también me detestaba tanto como yo a ella.

-Hola, Aguila, Oh perdón, Agueda- su acento me irritaba...

Todo de ella me irritaba, William solo permanecía callado a mi lado..

Hasta que ella levanto la vista a mi apuesto acompañante y su semblante cambio y se volvió la mascara encantadora..

-¿Y tu eres?- pregunto desocupando sus manos del Ipod y los oídos de los audífonos.

Una oleada de celos me traspaso toda, pero obvio no iba a montar una escenita al estilo "William", pero si quería arrancarle cada pelo a la bitch..

-ÉL ES WILLIAM...MI NOVIO!- "Que te quede bien claro" pensé en agregar.

Ella le ofrecio su mano con una enorme sonrisa...

-Soy Britannny, la hermana de Agueda-


Bien, Welcome to the Hell..


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¿No ha habido una persona que no les caiga bien? ¿Que simplemente chocan y no hay paz? bien este es el caso.


Puse la frase del principio que es la canción de Eres- Cafe Tacuva, es genial y es como que describe bien lo que siente William por Agueda.


:D


Espero que les guste :D