Culpabilidad

Corrimos por donde les indique y allí estaba la maldita salida..

Pero teníamos un problema, eran 4 metros y el ascensor estaba bloqueado pero la compuerta estaba abierta, seguro que por allí habían escapado todos..

-Jane- le llamé- Sube.

Ella obedeció y con su acostumbrada agilidad pudo escalar hasta llegar arriba..

2:30 segundos.

-Agueda, vamos- dijo Jane con impaciencia, dejando caer una soga.

Ella me miro por una fracción de segundo.

-Vamos- le anime y ella trepo con dificultad la soga hasta donde estaba Jane.

-Will- chilló ella..

1 minuto..

Me apuré y trepe habilmente..

Resoplé...

-Agueda- le llamé tragando saliva- Corre.

Hechamos a correr por cuarta vez en el día, ya era obscuro, de noche, las tomé de las manos...3 2 1...

El piso empezó a temblar a nuestros pies y Agueda tropezó callendo sobre sus rodillas...Una gran explosión se escucho y el piso se empezó a abrir.

-Levantate- le dije desesperado..

-No puedo, William, mi tobillo...-

No, no lo permitiría, y en un segundo ya la tenía en mi brazos y corría toda velocidad.

Una bola de fuego salió del suelo y escombros empezaron a volar por todos lados..

-Jane- le grité- Jane ¿Donde estas?.

Los pulmones me empezaron a arder mientras que el temblor se empezaba a calmar, Agueda estaba en shock, y yo ya había agotado todas mi fuerzas..

-Jane- volví a gritar..

-William, estoy aquí- la escuché a unos 5 metros entré los cultivos de maiz.

La empecé a buscar pero me dificultaba tener en brazos a Agueda...

-Te bajaré aquí- le dije su cara estaba empapada de sudor y tierra, en sus ojos había lagrimas, la deposite con cuidado en la tierra y le acaricie la mejilla- Ya estas a salvo, ya nada va a pasar, ahora vuelvo.

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Desapareció por los cultivos mientras yo trataba de recuperar lo poco que me quedaba de razón, el temblor, el ruido de la explosión..

Había sentido la muerte tan cerca que casi la pude tocar.

Traté de respirar con normalidad y fui asimilando poco a poco cada una de las cosas que había vivido este día tan loco.

Y después me di cuenta en donde estaba, el lugar me resultaba familiar...

Miré a mi alrededor..

-Will- grite..

-Aquí vengo- contesto, no pude explicar el alivio que sentí cuando Jane apareció con él, estaba bienq ue ella me odiara pero yo a ella no.

-¿Que tan grande a sido la explosión?- pregunto Jane dejandose caer a mi lado en el suelo.

-No ha sido como yo temía, pero creo que causara daños en estos cultivos...

Nos quedamos en silencio allí en medio de la nada..

-Creo que tendremos que dormir aquí- sendenció Jane.

-No exactamente- renegué, ella me miró de mala manera por contradecirla- William, creo que estamos cercas del mi árbol, creo que es a unos cuantos de cientos de metros...

-¿De que árbol habla?- pregunto Jane..

-Ya lo veras, sera mejor ponernos en marcha, ya mañana veremos que hacer- puntualizo, Jane como una maquina se levanto, pero cuando yo trate de hacer lo mismo, no pude e hice una mueca de dolor..

-¿Y si la llevamos arrastrando?- propuso Jane..

La fulmine con la mirada, ahora estaba mostrando un abierto desagrado hacia mi y eso no me parecía justo.

-Vamos te ayudaré- con fuerzas increibles me sostuvo de nuevo entre sus brazos y hecho andar por donde le indiqué.

Era más de un kilometro y nos detuvimos por 10 minutos a descansar, pero reanudamos la marcha..

Al fin...Allí estaba mi adorado árbol y su cabaña en él, nunca me había sentido tan aliviada de verlo, al fin un lugar seguro..

-¿Que es este lugar?- interrogo Jane de nuevo.

-Es mi lugar- le refunfuñe.

-Tienes que subir por la cuerda que esta allí- le indicó, ella lo hizo y nos miró desde arriba.

-¿Esto es seguro?- pregunto.

-No estoy segura- le respondí mordiendome el labio inferior- Pero es lo mejor que tenemos por hoy.

Ahora el problema era saber como subiría yo..

-Subiré yo primero, despues quieor que te sujetes perfectamente de la soga y yo te subiré- me dijo Will depositandome de pie en el piso y él trepó de nuevo, me lanzó la soga y yo hice lo que me pidió.

La tomé con mucha fuerza y el empezó a jalarla desde arriba haciendome que me elevara hasta su posición Jane lo ayudo a sujetar la cuerda mientras el me sujetaba por los brazos y me levantaba en vilo.

Eso me dolió un poco, de seguro eso me costarían algunos moretones..

Entre cogeando y me deje caer en el suelo de madera, William que ya había estado allí empezó a prender las pocas velas que había y le indiqué a Jane donde estaban las cobijas aunque no creía que se necesitaran pues el calor era insoportable.

Will se recosto a mi lado y Jane se enfurruño a el otro lado de la cabaña.

Puspe mi cabeza sobre el hombro de él y me envolvió con sus brazos.

-¿Estas bien?- pregunto preocupado acariciando mi mejilla con cuidado.

-Si, solo un poco conmocionada- le conteste entre susurros- No quiero pasar por eso de nuevo.

-No lo harás, te lo prometo-

Suspiré, ya todo había pasado, ya estábamos bien, a salvo..

Lo abracé tan fuerte como si lo necesitara para retener la poca cordura que me quedaba...

Allí estaba, él estaba bien..

-William, tu herida-le dije llorando, era absurdo hacerlo, pero sentia la necesidad.

-Esta bien, ya paro de sangrar- me aseguro dulcemente.

-Tenía tanto miedo- escondí mi cara en su pecho- Pudo haberte hecho más daño..

-Pudimos haber muerto pero estamos bien, Agueda, mi amor, estamos bien- me aseguro.

Mi amor...

Mi mente reacciono tan rápido que me dio vertigo.

"Las cosas siempre cambian, mi amor" su mano había acariciado mi mejilla en la cual rodaba una lágrima "Solo una cosa no va a cambiar y eso lo que siento por ti"..

Pero se había ido..

Johnathan cruzo mis pensamientos como un rayo, como una inesperada estrella fugaz.

Me aparte un poco de William, no había consentido que alguien me dijera "Mi amor", desde hace mucho tiempo.

-¿Que pasa?- pregunto.

-Nada, solo que...Necesito descansar un poco- le mentí, aunque era cierto, estaba al tope de mi resistencia.

-Ven aquí- me atrajó hacía él, como acurricandome contra su pecho- Duerme bien que yo velare tu sueño.

Quise llorar de nuevo, de culpabilidad, de que cuando su mano paseaba tiernamente por mi rostro y pelo no hiciera nada más que pensar en lo que había perdido..


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No me odien ni odien a Agueda, se que eso es muy cruel, pero en ocasiones el recuerdo de alguien no nos deja vivir en paz..


Lo bueno es que estos chicos siguen vivos..


Espero que les guste y mil gracias por comentar!! las amo!!