Esto no tuvo que terminar así

Era de mañana cuando abrí los ojos poco a poco, mi cuerpo estaba todo adolorido y mi tobillo parecía el de un elefante.

-¿Que..- la cabeza me daba vueltas y cuando me incorpore en el suelo, no había nadie a mi alrededor eso me hizo pensar que si no había soñado todo lo que me había pasado el día de ayer.

-William- lo llamé.

Mi voz salió ronca y la garganta me ardía.

-Él volverá pronto fue a traer el coche- me respondió Jane al otro lado de la cabaña donde había dormido.

Eso me hizo caer en la cuenta, mi madre estaría furiosa, mis amigas preocupadas y tal vez (por lo exagerada que era mi progenitora) tendría  a la policía buscandome.

-¿Que le voy a decir?- se escuchó como un gemido- Esto se va a merecer un buen castigo.

-No te preocupes, yo te cubrí- dijo con desagrado- William me lo pidió, hable con tus amigas, se miraron entre ellas y llamaron a tu madre diciendo que se quedarían todo el día en casa de una tal Tere..

Hubiera corrido a abrazar a Jane si no fuera porque me dolía mucho mi pie..

-Muchas gracias Jane, no se como agradecerte- le respondí llena de alivio.

-A mi no, no lo hice por ti-

Bueno, eso ya borró todo recodo de gratitud de mi ser.

Suspiré y recosté la cabeza en la gastada madera..

¿Que iba a ser apartir de ahora?..

Estaba saliendo con un espía, un espía..

Y a esto ya había llegado la situación, un espía que me había mentido sobre su nombre y sobre él mismo, con una persona que practicamente era desconocida para mi..

Tal vez era mejor olvidarlo y dejarlo seguir con su camino..

Al fin yo ya había tomado una decisión y no la cambiaría, no era así..

Después de las vacaciones de primavera que tenía que pasar con mi padre en Los Angeles ya no volvería.

Independientemente de mis amigas, de William o de los recuerdos que me ataban a este lugar, de mi propia madre o mi Nana.

Los extrañaría, es cierto, pero no cambiaría de opinión, era por mi salud mental, para poder encontrar un equilibrio en mi propio yo.

¿Cuanto faltaba para las vacaciones de primavera?...Un mes y medio.

Las imagenes de todo se me vino a la mente, y traté de no suspirar.

-Mis chicas favoritas, ¿Como estan?- pregunto William entrando Jane refunfuño y yo abrí los ojos, sentí un remolino de emociones al verlo.

Le sonrió a Jane y se acerco a mi y se agacho a mi lado besandome despreocupadamente en los labios.

Otra oleada de emociones.

-¿Lista para ir a casa?- pregunto feliz..

¿Porque estaba tan feliz?.

-Supongo que si, necesito un baño y mucho hielo- le traté de sonreír.

Él no persivio mi estado de animo, sino que me volvió a elevar en brazos y salio a fuera, donde había puesto algo así como una tabla para poder resbalarse así que no tuvo que soltarme cuando bajamos.

Jane ya se encontraba en el mini cooper en el asiento de adelante, William sin discutir me deposito con cuidado atrás y entro.

-Te llevaré a casa y te ayudaré a entrar, recuerda que me llamaste porque tropesaste de las escaleras y no querias preocupar a tu madre- me instruyo, yo solo asentí distante.

Condujo hasta aparcarse enfrente de mi casa, estaba tan feliz de volver, sentía como su hubiera estado un año afuera...

Me ayudo a bajar y cogeando llegué hasta la puerta, después de timbrar abrió mamá.

-¿Que paso?- pregunto preocupada al mirarme.

-Me caí de las escaleras- le sonreí tímidamente.

-Hay Hija- dijo- Pasen te pondré hielo peor primero metete a bañar, ¿Que estuvieron haciendo chicas?..

Suspiré con alivio y con ayuda llegué hasta el baño.

-Vendré en 1 hora para ver como te encuentras- dijo besandome en la mejilla, la sonrisa seguía sin borrarse de su rostro.

Lo detuve poniendo una mano en su brazo.

-¿Estas bien?- le pregunté.

-Mejor que nunca-

-Quiero que hablemos- le dije seriamente, esperaba que mi tono de voz le borrara la sonrisa, pero aun así seguía sonriendo.

Eso me frustro, no era que fuera egoísta, sino que esperaba que me conociera mejor.

-Entonces nos vemos- dijo.

Suspiré y cerré la puerta del baño, el agua estaba caliente, al fin agradecí su tacto con mi piel, el olor del jabón y mi propio shampoo, para rizos definidos.

Me miré en el espejo, no me reconocía de nuevo..

Mi vida había cambiado en poco tiempo, en muchos sentidos.

Había experimentado perdidas, había tratado de querer y olvidar, y había vivido la experencia más maravillosa de una vida.

Pero no era lo que yo buscaba.

Las lágrimas se confundían con el agua que corría por mi rostro, Nana había traído ropa y traté de cambiarme con mucho cuidado, al gin conseguí meterme en el top y short y salí hasta la sala.

Allí mi madre me analizó el pie y decidió que no era una fractura, sino un esginse de 3 grado, así que lo vendo y puso hielo.

-Mamá- le dije- ¿Que paso con la custodia?- le pregunte.

Ella me miró alterada y después de unos segundo logró contestar.

-Nada mi amor-

Sabía que lo que le iba a decir le partiría el corazón.

-Mamá, quiero ir con mi padre-

Sus ojos se quedaron pasmados en mi rostro y después de levanto.

-¿Eso es lo que quieres?- pregunto.

Solo asentí.

-Esta bien- dijo calmadamente.

Me sentí mal, esperaba que algún día pudiera perdonarme.

Me dejo sola cuando llego William, él cual seguía con la sonrisa en los labios, se sentó a mi lado.

-¿Porque tan feliz?- le pregunte un poco vacilante.

-¿Que no lo entiendes? Ya no hay secretos, ya no hay interrupciones ni miedo, al fin podemos estar juntos y en paz- tomó mi mano entre la suya, y otra vez las ganas de llorar aparecieron..

Nos quedamos en silencio mientras esperaba que el ambiente le afectara...

Estaba recordando, recordando el dolor de dejar alguien que había marcado tu vida, el que te dejaran..

-¿Que pasa?- pregunto al fin..

-William- tragué saliva- Me voy, me tengo que ir.

Su rostro con comprendió, después volvió a tomar mi mano.

-No, si es por la custodia, no te pueden obligar a irte con tu padre, Agueda, yo me ocupare de eso-

Yo moví mi cabeza en direcciones opuestas y mi pelo se meció con ella.

-No me están obligando- le respondí luchando contra las lágrimas- Yo quiero irme.

Ahora si, empecé a llorar, no podía creer que lo estuviera haciendo, que estuviera dejando a la mejor persona que había conocido después de Johnathan, que dejará que mi corazón se volviera a partir..

-No comprendo, pensé que tu y yo-

-Si, así es, pero tienes que entenderlo..- casi le suplique.

-No no lo entiendo Agueda, ¿Porque?-

Su rostro estaba descompuesto por el dolor y me refleje en él como hace tiempo.

-Mi vida esta patas arriba, mi mundo ya no es tan feliz como antes, tu eres lo único que me queda-

-¿Y si es así porque te vas?-

Estaba colerico, y yo me sentía más miserable que nunca.

-Entiendelo, solo trata de verlo como yo-

-No lo hago y nunca lo haré, para mi si quieres a alguien y el a ti tiene que estar juntos- se levanto y empezó a caminar, nervioso.

-Si, pero...

-¿Pero que?- su tonó de voz fue agresivo..

-Entonces me conoces tan poco- le respondí herida.

-¿Eso crees? ¿Quien te conoce mejor que yo Agueda? ¿Quien te a querido más que yo?- me grito.

Las lágrimas ya brotaban como fuente de mis ojos, ¿Qué le estaba pasando?, pero en ese momento solo un nombre, un rostro y una sonrisa, solo palabras y una voz.

-Johnathan- murmuré inconscientemente.

Fue la gota que derramo el baso.

-¿Eso crees?- me sujeto por los hombros, sus ojos llameaban- Él esta muerto, muerto, entiendelo.

-William sueltame- dije con voz entrecortada- Sueltame.

Respiro hondo, y empezó a calmarse, se dio cuenta de lo que había pasado.

-Lo siento...Yo..-

-Esta bien, creo que sera mejor que te vayas- le pedí..

Sin decir nada, ni adiós, empezó a caminar y mantuve la mirada fija en el suelo hasta escuchar que la puerta se cerró, entonces, empecé a sollozar y hundí el rostro entre las manos..

No podía creer que esto haya terminado así.


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Me van a odiar, a odiar enserio, y yo me odio...


Pero es que...


Bueno, no se como resulto esto, tal vez será por mi estado de animo en el que estoy.


Ultimamente me e estado deprimiendo, no soy emo que quede claro, pero como que me siento rara!


Bueno espero que les guste, en una forma bueno, no se, relatada emocionante hahah, comenten hahaha